Ester 7
Reina-Valera 1995
La muerte de Amán
7 Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la reina Ester. 2 Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester:
—¿Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu deseo? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgado.
3 Entonces la reina Ester respondió:
—Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos y si place al rey, que se me conceda la vida: ésa es mi petición; y la vida de mi pueblo: ése es mi deseo. 4 Pues yo y mi pueblo hemos sido vendidos, para ser exterminados, para ser muertos y aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos como siervos y siervas, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable.
5 El rey Asuero preguntó a la reina Ester:
—¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer semejante cosa?
6 Ester dijo:
—¡El enemigo y adversario es este malvado Amán!
Se turbó Amán entonces delante del rey y de la reina.
7 El rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del palacio. Pero Amán se quedó para suplicarle a la reina Ester por su vida, pues vio el mal que se le venía encima de parte del rey. 8 Cuando el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, Amán se había dejado caer sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces exclamó el rey:
—¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa?
Al proferir el rey estas palabras, le cubrieron el rostro a Amán. 9 Y Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo:
—En la casa de Amán está la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, quien habló para bien del rey.
Dijo el rey:
—Colgadlo en ella.
10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo. Y se apaciguó la ira del rey.
Ester 7
Reina-Valera 1960
Amán es ahorcado
7 Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la reina Ester. 2 Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada. 3 Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda. 4 Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable.
5 Respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto? 6 Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina. 7 Luego el rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para suplicarle a la reina Ester por su vida; porque vio que estaba resuelto para él el mal de parte del rey. 8 Después el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro a Amán. 9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella. 10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.
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Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible